El término masaje terapéutico engloba toda una serie de técnicas de masaje que se utilizan en el tratamiento de trastornos neuromusculares y musculoesqueléticos, facilitando la eliminación de toxinas, activando la circulación sanguínea y linfática y mejorando el aporte de oxígeno a los tejidos. También se utilizan para aliviar el estrés y estados de ánimo negativos, pues estimulan la producción orgánica de endorfinas.
Históricamente la acción de llevarse la mano y frotar o presionar con firmeza la zona dolorida es una reacción intuitiva que surge para aliviar el dolor y las tensiones. Esta acción se remonta a los tiempos más antiguos y hay que suponer que si en algún momento el hombre prehistórico tenía algún tipo de dolor o molestia (y es de lógica pensar que así fue), utilizaría un remedio parecido al que emplearíamos nosotros. Por ello se puede asegurar que el masaje forma parte de la cultura médica ancestral de todos los pueblos y que está presente en todas las tradiciones.
En la actualidad se coincide en definir al masaje como «una combinación de movimientos técnicos manuales o maniobras realizadas armoniosa y metódicamente, con fines terapéuticos, que al ser aplicado con las manos permite valorar el estado de los tejidos tratados»